Nuevas Medidas de Control en la Venta de Plaguicidas Peligrosos en República Dominicana

Tras un lamentable suceso que culminó en la muerte de una madre y su hijo de dos meses, Pro Consumidor, bajo la dirección de Eddy Alcántara, ha anunciado un conjunto de acciones decisivas para regular la venta de plaguicidas de alta peligrosidad en la República Dominicana. Esta medida surge como respuesta a una investigación que reveló la comercialización desregulada de estos químicos en puntos críticos como el Gran Santo Domingo, San Cristóbal y Santiago.

Acciones Inmediatas para Garantizar la Seguridad Pública

El esquema de vigilancia propuesto por Pro Consumidor se centrará en supervisar los comercios identificados como principales distribuidores de plaguicidas como el fosfuro de aluminio, sustancia responsable de la tragedia en el sector Piantini. Alcántara enfatizó la importancia de una comercialización responsable, asegurando que estos productos sean manejados únicamente por especialistas capacitados.

Colaboración con el Ministerio de Agricultura

Pro Consumidor trabajará en conjunto con el Ministerio de Agricultura para implementar las medidas necesarias y garantizar la trazabilidad de los plaguicidas. El enfoque estará en evitar la repetición de incidentes similares, manteniendo un control riguroso sobre productos como bromuro de metilo, fósforo de zinc y fósforo de magnesio.

Compromiso con la Seguridad y Bienestar de los Ciudadanos

Esta iniciativa refleja un compromiso firme con la protección y el bienestar de los ciudadanos dominicanos. Al igual que se logró con el control del "ácido del diablo", Pro Consumidor busca establecer un precedente en la gestión de sustancias potencialmente peligrosas, marcando un antes y un después en la regulación de estos productos en el país.

Medidas Temporales y Futuras Acciones

El gobierno, representado por el ministro de la Presidencia Joel Santos, ha respaldado estas acciones con la prohibición temporal de la importación del químico implicado en el incidente. Esta medida subraya la rápida respuesta y la seriedad con la que se aborda esta problemática, sentando las bases para una política más segura y regulada en cuanto a la comercialización y uso de plaguicidas en la República Dominicana.