Capacitación hispano-mexicana: Un puente hacia la sostenibilidad agrícola

En una movida que fortalece lazos y transfiere conocimientos, la República Dominicana y México han aunado esfuerzos para educar a 83 técnicos en las últimas tecnologías de riego, marcando un avance significativo en la agricultura sustentable. En el marco del proyecto colaborativo entre el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y diversas entidades dominicanas, este programa de capacitación abarcó temas cruciales como recarga de acuíferos, riego por mangas, y análisis del impacto socioeconómico de infraestructuras de riego.

Desde Santo Domingo, este hito educativo surge de la colaboración entre el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo dominicano, Tecnificación Nacional de Riego (TNR) y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID). Esta alianza no solo representa un puente entre naciones sino también un paso adelante en el proyecto para el uso eficiente del agua y energías renovables en el sector agrícola dominicano.

En el evento inaugural, Olaya Dotel, viceministra de Cooperación Internacional, destacó la capacitación como un pilar para la sostenibilidad y la innovación agrícola. La iniciativa fue elogiada por Claudio Caamaño Vélez, director ejecutivo de TNR, quien la valoró como una ruta hacia prácticas agrícolas ambientalmente responsables.

La cooperación técnica también resonó en las palabras de Virginia Arellano, de AMEXCID, subrayando la unión de esfuerzos frente a los desafíos climáticos y energéticos actuales. Antonio Quevedo, del IMTA, enfatizó la importancia del intercambio de saberes entre ambos países.

El aprecio por esta colaboración fue expresado por Víctor Gabriel Mascaró del Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano, quien reconoció el impulso mexicano en el enriquecimiento profesional sobre gestión hídrica eficiente.

Testimonio del impacto de esta formación fue Samuel Rivera, de TNR, representando a los graduandos, quien destacó la experiencia como un catalizador de unidad y compromiso con la gestión sostenible del agua.

La ceremonia contó con la distinguida presencia de embajadores y funcionarios de ambos países, simbolizando el respaldo internacional a esta causa. Además, el programa educativo, que se desarrolló en un formato híbrido, incluyó diversos módulos prácticos y teóricos, beneficiando a profesionales de varias instituciones y sectores relacionados con la agricultura y la gestión de recursos hídricos en República Dominicana.