Descubriendo oasis de paz en las cañadas de República Dominicana

"Aquí donde estamos parados, antes no se podía caminar. Nos sanearon la cañada, nos hicieron casas e instalaron las tuberías de agua y ahora hay agua casa por casa" Félix

Las cañadas, zonas remotas y difíciles de habitar en la República Dominicana, solían ser sinónimo de precariedad y contaminación. Durante décadas, numerosas familias vivieron en condiciones insalubres, con enfermedades y peligros constantes. Afortunadamente, el gobierno actual ha puesto en marcha proyectos de saneamiento que han cambiado radicalmente la vida de estas comunidades.

Las cañadas son conductos descubiertos donde residuos sólidos y aguas residuales solían circular libremente, contribuyendo a la contaminación del entorno y empeorando las condiciones de vida de las personas que habitan en sus inmediaciones. Sin embargo, gracias a esfuerzos coordinados en los últimos años, el panorama ha mejorado significativamente.

Los trabajos de saneamiento se centraron en varias comunidades, como en los Altos de Sabana Perdida y Lotes y Servicios del municipio Santo Domingo Norte, así como de Cancino Adentro y Cachón Oeste, Santo Domingo Este, donde más de 800 familias se han beneficiado de las mejoras en el entorno. Los residentes de estas áreas comparten emocionantes relatos de cómo la obra de saneamiento les permitió alejarse del mal olor, las inundaciones y las perjudiciales enfermedades.

Estas comunidades antes marginadas y olvidadas ahora pueden disfrutar de una vida más digna, segura y saludable. Los testimonios de los habitantes de estos lugares muestran que estas comunidades pueden seguir adelante valerosamente, sin temer peligros ni amenazas a su bienestar.

“Aquí vivíamos con un mal olor terrible y cuando llovía las casas se nos inundaban hasta el techo y estábamos desesperados. Pero gracias a este bendito proyecto ha cambiado nuestra calidad de vida y estamos viviendo de manera digna” Gloria Estela Echavarría

Los habitantes de las cañadas se muestran agradecidos por estas obras, destacando la sorpresa que les causó el cambio radical en sus condiciones de vida. Estas acciones dejan en claro que el trabajo conjunto entre autoridades y comunidades puede transformar espacios que anteriormente eran inhóspitos en áreas habitables y llenas de esperanza.

“Ahora no vivimos con ese temor de salir huyendo pensando que las casas se nos van a inundar otra vez” Edilio

Este ejemplo de resiliencia en las cañadas de República Dominicana demuestra que, con voluntad y compromiso, es posible transformar realidades y brindarles a las personas una mejor calidad de vida en medio de un contexto desafiante. Puede servir como inspiración para otras comunidades en situaciones similares y como un llamado a las autoridades a seguir tomando medidas que mejoren el bienestar de sus ciudadanos.